jueves, 19 de septiembre de 2013

RADIOS COMUNITARIAS: OBSTÁCULOS PARA SU FUNCIONAMIENTO

"Históricamente la filosofía de la radio comunitaria es la de permitir expresarse a los que no tienen voz, de servir de portavoz de los oprimidos (se trate de una opresión racista, sexista o de clase social) y, en general, de ofrecer una herramienta para el desarrollo".

La radio Comunitaria, surge con un compromiso social, especialmente con los sectores más necesitados y vulnerables, con un claro objetivo: darle la posibilidad a los ciudadanos de escucharse y sobre todo de ser escuchados, mediante una comunicación, donde no sólo se ejerza como un derecho, sino también como una condición ineludible para la formación social de la Identidad, siendo ésta un producto de la participación ciudadana, y logrando además que el derecho individual se convierta en un derecho colectivo, donde la sociedad participa, opina y genera acciones corresponsables.

Es así como la radio comunitaria ha cumplido y viene cumpliendo un trabajo complejo que se ha podido en sus principios, formar en ciertas ciudades de distintos países y actualmente llegan a más lugares (aunque para su les brinden la licencia de funcionamiento tienen que hacer "mil maravillas"), pues los ciudadanos vieron en los medios comunitarios un instrumento útil para desafiar su realidad. Sin embargo, aún existen grandes dificultades y baches que superar.

Uno de los grandes obstáculos que quedan por vencer, se da en el ámbito periodístico, pues las radios comunitarias radio comunitaria abordan su trabajo sobre dos ejes o puntos importantes como la libertad de expresión, María Pía Matta: “No se puede hablar de libertad de expresión, sino se habla de radio comunitaria", y el otro eje base es el ejercicio de derechos humanos.
Muchos pretenden limitar esa libertad de expresión, impidiendo que el ser humano desarrolle sus derechos.

Algunos consideran a las radios Comunitarias como una radio “chica, “barrial”, sin embargo en este tipo de radiodifusión su característica y labor tienen un horizonte más amplio, porque las radios comunitarias están conformados por un conglomerado de diferentes virtudes, no sólo de reproducir información, hablar por un micrófono y que esto se transmita por un aparato tecnológico (radio), sino también que se convierten en puntos neurálgicos en sus comunidades.

Existen también Organismos Internacionales (como la ONU, Banco Mundial, entre otros), quienes destacan y argumentan el valor del trabajo periodístico comunitario, pero no ha sido suficiente.

Las dificultades son tan enormes como sus retos y metas propuestas. Se habla mucho del funcionamiento lícito de las radios Comunitarias, y es esto lo que desencadena una serie de “peros” o trabas que de alguna manera limitan el trabajo periodístico de emisoras comunitarias.

A pesar de que se mencione mucho el tema de la legalidad de las radios Comunitarias, en Centro y Sur América, existen leyes, reglamentos o pretextos para negarla, pues para las autoridades el periodismo comunitario es una actividad subversiva. Subversiva en cuanto a que no concuerden con sus políticas o que informen a los ciudadanos, pues un ciudadano informado, es difícilmente engañado.

Si hablamos de la legalidad, es imposible no mencionar la utilización del espectro radioeléctrico, un bien que a pesar de ser público, se encuentra a disposición de empresas privadas, siendo así el Mercado y sus reglas (políticas), quienes manejan la actividad radiodifusora, convirtiendo en una especie de embudo o filtro que determinan quienes tienen o pueden adquirir el uso de dicho espectro; derecho omiso y esquivo para muchas radios comunitarias.

E incluso que se considere a esta radio como pocas, pobres, pequeñas, cada una de estas características impuestas, involucran y contienen limitaciones que muestran claramente las restricciones para un funcionamiento legal de muchas emisoras periodísticas – comunitarias.

EL PERIODISMO EN RADIOS COMUNITARIAS DE AMÉRICA DEL SUR

Los ciudadanos tienen derecho de informarse, de ser parte de quienes informen, pero claro está que el periodismo radiofónico va más allá, donde involucra el uso pleno de la libertad de expresión, derecho fundamental e inalienable de la persona y de los pueblos, constituyéndose así una garantía de democracia y paz.

Ejercer el periodismo en las radios comunitarias de América del Sur específicamente, no ha sido ni es una tarea fácil, como se mencionó: las restricciones u obstáculos que se le interponen  dificultan esta actividad periodística.

En Ecuador, no fue hasta en 1995 que la ley reconoció a las radios comunitarias radios comunitarias ecuatorianas, pues el Congreso reforma la Ley de Radiodifusión y Televisión aprobada 20 años antes. Pero fueron esas mismas reformas a la ley, las que establecieron severas restricciones, prohibiendo toda actividad comercial, limitando la potencia de transmisión y exigiendo una aprobación previa del ejército, por razones de "seguridad nacional".

Pero no sólo es eso, pues las emisoras comunitarias en Ecuador, deben y tienen que superar grandes limitaciones cómo falta de dinero, escasa publicidad, una ley donde se manifiesta que quienes trabajen en la producción de noticias y en sí en el periodismo, deberán ser periodistas profesionales (contar con una colegiatura).

¿Dónde quedan los ciudadanos de zonas rurales o incluso de zonas urbanas que no han tenido la oportunidad de tener una profesión, pero sin embargo tienen voluntad (aunque las buenas intenciones no bastan), la disponibilidad para aprender de técnicas comunicacionales y creatividad? Si la audiencia quiere ser emisora, pueden ser asesorados, sí se les brinda cursos de radio, pueden mejorar significativamente y formar parte de una emisora radial. Esta ley de alguna manera limita que los ciudadanos sean constructores de espacios de interacción entre iguales, haciendo uso del derecho a comunicar.

Ahora, cuando las radios comunitarias, tienen el permiso para funcionar, cuenta con profesionales en periodismo, cuenta con el permiso de funcionamiento surgen otra limitación como es la cobertura.

En la Radio Comunitaria Chachi de Esmeralda (Ecuador), su cobertura llega solo a la capital de la provincia, por lo cual las emisiones de la radio no llegan a todos los pobladores. Es decir se otorgan las frecuencias, los equipos para difundir cultura, mantener informados a la población, pero no los pueden escuchar.

En Chile, existen deficiencias legislativas que de alguna manera obstaculizan el funcionamiento de las radios comunitarias. En el caso de que alguna emisora comunitaria se transmita de manera ilegal, se le aplican leyes (artículo 36B – Ley de Telecomunicaciones), por lo cual la pena sería el embargamientos de equipos, impidiendo la libertad de expresión, una libertad que les da empoderamiento a los ciudadanos.






En tanto Argentina, las radios comunitarias han recibido mayor respaldo del Estado. La presidenta de Argentina Cristina Fernández, promulgó en el 2009 la Ley de Servicio de Comunicación Audiovisual, como dice María Pía Matta: “ La ley de medios aprobada por la presidenta Cristina Fernández" define al actor comunitario, entrega frecuencias y también financiamiento. Es una ley muy bien hecha”.

Quien tampoco es ajeno a esta problemática es Perú, pues las radios comunitarias funcionan, pero necesitan la autorización (legalidad) para su funcionamiento. El encargado de dar un frecuencia para la emisión de una emisora comunitaria, es el Gobierno exactamente el Ministerio de Transportes y Comunicación, mediante el PNAF (Programa Nacional de Atribución de Frecuencias).

Sin embargo toda ley tiene un reglamento, y aquí radica el peligro para que una emisora funcione lícitamente y propague su libertad de expresión. El reglamento menciona la capacidad de transmisores (menor de 500 vatios en AM y 100 Kvatios en FM).

Es así que en nuestro Perú falta impulsar el Plan Nacional de Atribución de Frecuencias que respalden y den la oportunidad a que las diferentes culturas se expresen, esas mismas que se encuentran en comunidades campesinas, nativas y en general, donde se garantice la formalización de emisoras y de su contenido para una legítima libertad de expresión.

A pesar de existir leyes, aún falta un compromiso de los Estados de los diferentes países con las radios que cumplen una labor sin fines de lucro, y es quizá lo que se teme, pues existen Gobiernos que pretenden financiar a emisoras comunitarias, pero a cambio de “algo”, o que las clausuran cuando atacan a sus intereses, o cuando no están a favor de determinados grupos políticos.





RADIOS COMUNITARIAS EN AMERICA DEL SUR

https://www.youtube.com/watch?v=kPWDs9FK8i0


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