miércoles, 24 de junio de 2015

SEMINARIO DE TESIS

¿De qué manera la actitud tácita de los padres al ver los realities juveniles repercute en el comportamiento de los niños que cursan el 2do y 4to grado de primaria del Distrito de Lambayeque, de la Provincia de Lambayeque?
VARIABLE 1: Los realities Juveniles
1)      “Así, Hendry y Patrick (1977), al estudiar la frecuencia alta o baja de ver la televisión en escoceses de 15 a 16 años, observó que la televisión incidía en el desajuste y hábitos sexuales de la personalidad, además del comportamiento escolar. Los contenidos en base a violencia, conflictos, los «reality» y las series «de acción» (Diener y Wooly, 1981) acarrean conflictos emocionales. No son ya sólo los Rambo, Terminator, etc., también se da la irresponsabilidad, tanto o más morbosa en el llamado reality show, que es una arrealidad en forma de crónica de pseudo sucesos, con el correspondiente halo misterioso, incidiendo y hurgando en lo violento, y sin profundizar para explicar lo patológico del asunto” [1].

2)      El primer punto, la hibridación, se refiere a los rasgos formales que diferencian el reality de otros formatos; desde esta perspectiva, el reality se caracteriza por la fusión y la mezcla, ya que su estructura es el fruto de “la combinación de varios géneros de manera novedosa”, a saber: el concurso, la transmisión en directo, el talk show, el documental, el informativo, el melodrama y el videoclip. El reality corresponde a un modelo flexible, a una amalgama fluida en la que convergen diversos recursos expresivos de la televisión tradicional. El segundo punto, la interactividad, describe la relación entre el programa y su público. En los realities más exitosos, la teleaudiencia interviene en el curso de los hechos votando por vía telefónica. Es notorio que frases como “¡Usted decide!” o “¡Marque ya al número...!”, las cuales se han vuelto comunes en la televisión reciente, “claman con urgencia por una relación más participativa (y, sobre todo, dialógica entre el espectador y la pantalla… El tercer punto, relativo al realismo, concierne a la manera en que el reality presenta la realidad; desde este ángulo, el reality aparece como una forma sofisticada de producir en la teleaudiencia la sensación de asistir a través de la pantalla a un acontecimiento real [2].

3)      “La construcción de la narrativa del realiy show se somete a múltiples intervenciones de narradores/redactores que insertan una gran variedad de fórmulas narrativas efectistas sacadas de otros géneros. Aquí no importa la verosimilitud narrativa, pues se pasa de un género a otro, lo que realmente importa es que la verosimilitud de la creación de personajes se enuncie, se refleje, se vuelva una constante anáfora. Que llega al espectáculo. Que vaya guiado por situaciones hiperficcionales (lo que ha pasado en la semana, el primer plano de una acción que debe ser contrastada) y se pasen a hiperreales (el directo del programa, y la preparación de sorpresas en el plató). Esta distensión, tensión, crea una narrativa nueva expresada en múltiples medios masivos de comunicación, en lo que se apoya la televisión para seguir hablando de sí misma. Recreando sus imaginarios colectivos y representados las acciones cotidianas que consideran son reflejo de una sociedad”[3].

4)      ¿Cuáles son los rasgos específicos que contribuyen de manera efectiva a identificar los Reality Shows? La fidelidad de un público joven atraído por temas triviales, amorales y con dosis suficiente de agresividad son algunos de los argumentos, pero es el énfasis en el voyeurismo el que subraya su esencia, dominando la exposición de la intimidad y lo privado. La selección de los momentos más significativos, los enfrentamientos surgidos, en parte, por la elección de los concursantes y las estrategias de los concursantes para convertirse en ganadores, devalúan el grado de realidad para dar un mayor protagonismo a una ficción forzada. Por tanto, se podría cuestionar la “realidad” que pregona este tipo de programas [4].


TÉRMINO BÁSICO: Alcance familiar
1)      Cuando la familia, principalmente los padres, deciden comprar un televisor no solo adquieren este medio, sino que previamente le han otorgado un lugar determinado de la casa. La entrada de un segundo, tercer o cuarto televisor en el hogar proporciona al miembro de la familia, que ocupa habitualmente en habitación donde se ha situado el aparato recepto, la posibilidad de consumir la programación televisiva en un “espacio privado”… La satisfacción manifestado por los niños de edades comprendidas entre 6 a 10 años, en relación a la compañía de padres, en primer lugar, y hermanos, durante el consumo de las emisiones televisivas, disminuye las posibilidades de uso de “televisor propio”. La reunión familiar frente a la pantalla, a la espera de posibles relaciones socio-familiares… Las relaciones familiares se producen en un espacio o habitación de la casa provista de una tecnología capaz de ocupar el tiempo de ocio del que disponen los diferentes miembros de la unidad familiar [5].


2)      La curiosidad por la vida privada de los demás es y ha sido constante. La permanente tensión entre ficción y realidad es otro elemento. El público sabe que existe un guión, pero de todos modos sigue adelante porque quiere mantener la duda hasta el final. Es una especie de autoengaño para satisfacer una necesidad de desconexión y entretenimiento. No hay ningún esfuerzo por parte de la audiencia, que en definitiva está viendo su propia vida.
Otra necesidad que considero que se satisface es la de evasión. Por ejemplo, hoy la gente cada vez se informa menos de noche. Antes, había un ritual fuerte de consumo de noticias al final del día, que ahora ha sido reemplazado por el consumo de entretenimiento. Los hábitos se modifican porque se modifica el sistema de medios. Antes, había tres momentos “de entrada” de la información: mañana, tarde y noche. En la actualidad, hay un flujo constante de noticias a lo largo del día [6].


3)      La "tele-pantalla" está presente por doquier, funciona veinticuatro horas al día, trabaja en la intimidad del hogar, asiste a los hechos cotidianos, es compañía de cada día. “Cuanto mas interactué el grupo sobre bases regulares en relación con ciertos sucesos repetidos, más probabilidades hay de que los aspectos sistémicos de la estructura influyan en las interrelaciones de sus miembros. La calidad de miembro de una familia se basa en una aceptación, a menudo inconsciente o no explicita, de esos supuestos permanentes, y en una creencia en estos”.
La programación supone una cantidad muy variada de actividades que a su vez responden a ciertas secuencias y se ajustan a una frecuencia, una duración y un horario. Estas actividades terminan constituyendo una pauta de sincronización que permite a la familia o a los integrantes del hogar reunirse o no súper ponerse para hacer determinada tarea, según pautas establecidas e incorporadas en las rutinas diarias de cada uno, que responden a las demandas de organización de la vida cotidiana y también a las demandas culturales de su orientación particular hacia el mundo. “Un buen punto de partida para comenzar a entender al sistema familiar como un todo es averiguar cómo la familia incorpora la televisión a sus pautas de actividad diaria, así como alguna vez fue un buen punto de partida el horario elegido por la familia para reunirse a comer. La televisión puede ser y es usada como compañía, forma de evasión, mediadora, señaladora de las fronteras individuales dentro de la familia, referente para programar otras actividades, premio o castigo, elemento de negación, etc.”. La transmisión de la imagen por la televisión ha abierto una nueva dimensión en las posibilidades de la percepción del hombre [7].

4)      Estas transformaciones no se presentan de manera inmediata, sino que sólo podemos observar cómo se dan con el paso del tiempo. Cuando la televisión fue llegando paulatinamente a los hogares, las familias y cada uno de sus miembros dedicaban su tiempo libre a diversas actividades. Las niñas y los niños realizaban muchas más actividades que tenían que ver sobre todo con el juego, el ejercicio y la convivencia. Hace cincuenta años se empezó por destinar a la tan esperada caja televisiva tiempos colectivos y tiempos compartidos de manera exclusiva; ella era el motivo de reunión y el centro de atención. Poco a poco fue sustituyendo tiempos a su vez colectivos y compartidos que usualmente se destinaban a otras actividades, como el juego, la lectura o la conversación, hasta llegar a ser el centro de atención incluso a la hora de la comida o de la cena, en que ya casi desapareció la comunicación entre los miembros de las familias, en aras de estar con la tele.

La televisión no ha sido el único factor de estos cambios en las dinámicas familiares cotidianas, pero sí uno de los más importantes, tanto en los ámbitos urbanos como en los rurales... Incluso los niños tienen a menudo su propia televisión en la habitación, o en su defecto se instalan a verla en la de los adultos, aunque también de manera solitaria. Lo que es un hecho es que la práctica de ver televisión de manera colectiva y con selección previa de la programación hace mucho tiempo que quedó atrás; lo que vemos hoy es un hábito indiscriminado de ver televisión sin importar mayormente sus contenidos, cada vez de manera más aislada e incluso zappeando entre canales sin que a veces se vea realmente un programa completo. No en vano Carlos Monsiváis la llamó alguna vez “la última Plaza Mayor de las Familias” (Monsiváis, 2000, p. 219), destacando esta capacidad que tenía de congregar a la familia completa entorno a ella [8].


VARIABLE 2: Comportamiento de los niños     
                                                                   
1) Es necesario tener en cuenta que el desarrollo neurológico y emocional del niño es distinto del adulto. La maduración cerebral finaliza alrededor de los 18 a 20 años y este proceso a nivel cortical ocurre desde aéreas posteriores hacia anterior, es decir, las áreas prefrontales son la ultimas en madurar. La corteza prefrontal (CPF) juega un papel crucial en funciones cerebrales superiores como la cognición, el control de la conducta, reflexión, juicio, etc.
En niños menores de 5 años existe una marcada capacidad de fantasía y perciben las imágenes de la TV como reales y verdaderas. A diferencia del adulto, antes de los 10 años la capacidad de razonamiento crítico y relacional está limitado. Por lo anterior los menores de 10 años no deberían estar expuestos a telenovelas ni noticieros de TV cuyo sensacionalismo y crudeza de imágenes pueden provocar trastornos del sueño y miedo que alteran su diario vivir. Como alternativa podrían acceder a noticias a través de medios escritos que tienen un impacto emocional menor que la "pantalla".
La adolescencia temprana es una etapa de desorganización de la personalidad y de inestabilidad de las conductas. En el púber la dinámica central es encontrarse a sí mismo y autodefinir la identidad. Los programas actuales dedicados a adolescentes, en general, carecen de contenido valórico y no responden a las necesidades e interrogantes propias de esta edad. Investigaciones han demostrado que adolescentes expuestos a mayor contenido sexual en los medios tienen más probabilidades de iniciar actividad sexual a más temprana edad [9].

2) Los principales agentes de socialización que nos integran en la sociedad, se han clasificado tradicionalmente en dos grupos. De un lado, aquellos que van a influir de forma importante en nuestra forma de ser y en la formación de nuestra personalidad, como los padres, la escuela, la familia y nuestros primeros amigos. De otro lado, aquellos que actúan directamente en el desarrollo de nuestra personalidad, en nuestra forma de actuar: grupos de amigos, compañeros, medios de comunicación, TV, cine, etc... La televisión puede tener una influencia poderosa en el desarrollo de un sistema de valores y en la formación del comportamiento de cualquier individuo. De los cientos de estudios sobre los efectos de la violencia televisiva en los niños y los adolescentes, se deduce claramente que estos espectadores pueden: • volverse inmunes al horror de la violencia 
• aceptarla cada vez más como un modo de resolver problemas;
• imitarla 
• identificarse con ciertos caracteres, ya sean de víctimas o de agresores. 
Los niños que se exponen durante tanto tiempo a la violencia en la pequeña pantalla suelen ser más agresivos. Los niños que asisten con frecuencia a espectáculos en los que la violencia es muy realista, o bien se repite con frecuencia o comprueban que estas actuaciones violentas no reciben castigo, son los que más tratarán de imitar lo que ven. Sin embargo, esto no indica que la violencia sea la única fuente de agresividad o de comportamiento violento, pero es un contribuyente significativo[10].

3) Sin duda, el papel de la televisión es destacable no sólo por su facilidad en el acceso sino sobre todo porque ejerce efectos sustantivos en la formación de los ciudadanos, en la configuración y transmisión de valores y actitudes. Es por ello que, hemos de hacernos conscientes de que junto a los beneficios aportados, también encierran ciertos peligros, efectos perniciosos que desde el mundo educativo hemos de considerar e intentar compensar… La infancia es un periodo especialmente susceptible a la influencia de la televisión en los términos que aquí planteamos, pues pese a considerar a los niños seres activos, no podemos olvidar que desde su todavía poco desarrollada capacidad crítica y ausencia de juicio propio, van “absorbiendo” lo que van viendo, sin poder discriminar de entre toda esa gran cantidad de información que reciben. En este sentido, estamos de acuerdo con Sander (1990,24) cuando afirma que “niños y jóvenes saben mucho más del mundo de los adultos, los conocen gracias a la televisión y a los medios de comunicación [11].


        

4) La televisión es un medio visual que tiene como fin mostrar imágenes de cosas reales a su público; sin embargo, esta realidad se muestra alterada o aumentada para quienes la observan.
Este medio de comunicación usualmente es atacado por la exposición de conductas violentas y las consecuencias que tiene esto sobre los niños, ya que los habitúa a la violencia y en un futuro es probable que se conviertan en adultos aún más violentos… Así, los programas trasmitidos en la televisión podrían llegar a ser un arma peligrosa para la formación de patrones conductuales violentos… El niño recibe los mensajes que el emisor le proporciona pero sigue sin tener capacidad de decisión sobre ellos. Únicamente, elige estar viendo en contraposición con otras actividades que podría estar realizando. Sólo sabe distinguir entre lo que le gusta ver y lo que no, sin más respuestas que los típicos monosílabos “porque sí” o “porque no”, los cuantitativos “mucho”, “bastante”, “poco”, o la simple descripción de lo que mira... No está formado en “Educación en materia de comunicación” para argumentar lo que el medio le ha mostrado [12].


TÉRMINO BÁSICO: Imitación
1)      “Los niños que se exponen excesivamente a la violencia en la televisión tienden a ser más agresivos. Algunas veces, el mirar un sólo programa violento puede aumentar la agresividad. Los niños que miran espectáculos en los que la violencia es muy realista, se repite con frecuencia o no recibe castigo, son los que más tratarán de imitar lo que ven. Los niños con problemas emocionales, de comportamiento, de aprendizaje o del control de sus impulsos puede que sean más fácilmente influenciados por la violencia en la TV. El impacto de la violencia en la televisión puede ser evidente de inmediato en el comportamiento del niño o puede surgir años más tarde y la gente joven puede verse afectada aun cuando la atmósfera familiar no muestre tendencias violentas” [13].

2)      En Cuzco, dos fanáticos de Esto es Guerra querían parecerse a sus ídolos de competencia, para eso compraron petróleo y se lo inyectaron en brazos y piernas.
Los adolescentes de 10 y 17 años habrían escuchado que los guerreros hicieron este procedimiento para aumentar su masa muscular, luego de hacer la prueba con su perro, lo único que consiguieron fue ir de emergencia hasta al hospital Goyeneche de Arequipa por la gravedad de la infección adquirida.
En este hospital han sido intervenidos quirúrgicamente para extraer el químico de sus extremidades [14].

3)      El modelaje o imitación esté relacionado a portar un estandarte, y no es portarlo porque si, es tener bases sólidas para hacerlo. Montenegro, (2006) explica que el hecho que los niños tomen modelos inapropiados se debe a la manera como imitan, como moldean y cambian sus estilos de vida por nuevas modas que se “imitan”.
Los niños en su proceso de aprendizaje, selección y observación escogen aquellos contenidos que los motivan, el sentido del humor, las fantasías, las aventuras y el reconocimiento de personajes o situaciones que pueden tener algún punto de conexión con el mundo real o imaginario de ellos, Albero, (2006) sostiene que la Motivación parece incidir en la capacidad del niño para la comprensión y posterior interpretación de aquello que ve, siempre en relación con los referentes que le llegan a través de otros contextos comunicativos. Cuando los elementos motivacionales no se dan, el niño simplemente abandona el interés por el programa. La TV provee a niños y a adolescentes modelos a seguir, como superhéroes, deportistas, superestrellas e incluso personas comunes, más parecidas a ellos mismos, que al actuar de determinada manera obtienen algún logro socialmente aceptado y valorado (Parra (2009) [15].

4)      Al analizar la influencia que ejerce el programa “Esto es guerra” en aspectos de la vida cotidiana de los estudiantes, se concluye que la mayoría manifiesta estar totalmente de acuerdo en que el programa ha influido en su expresiones y gestos (28%), en su forma de vestir y su apariencia física (23%), en su comunicación (21%) y en su comportamiento (15%)... Se puede observar que del total de estudiantes varones, el 38% se identifica con la forma de actuar de los concursantes, el 23% con el vocabulario, el 15% con la apariencia física y un 8% con las expresiones y gestos así como la forma de vestir de los concursantes y otros aspectos. Por otro lado del total de estudiantes mujeres, el 38% se identifican con la forma de actuar de las concursantes, el 19% con la forma de vestir, el 13% con la apariencia física y las expresiones y gestos y un 6% con el vocabulario y otros aspectos.

FUENTES CONSULTADAS:
1.- Salvador Peiró i Grègori y Gladys Merma Molina, « Una mirada crítica a las repercusiones de la televisión en la educación  », Polis [En línea], 29 | 2011, Publicado el 06 abril 2012, consultado el 24 junio 2015. URL : http://polis.revues.org/2086

2.- Leonardo Ordóñez Díaz. La realidad simulada. Una crítica del reality show. Academia Edu. Mayo- Agosto 2005, N°57 [23 de Junio del 2015], pp 49-62.URL: https://www.academia.esu/109466669/Larealidadsimulada.Unacr%C3%ADtica del reality show .

3.- Oscar Javier Estupiñán Estupiñán, La narrativa de los realities show en España: representaciones de la hiperrealidad y la hiperficcionalidad. Memoria para optar al grado de doctor. Director de Memoria: Francisco García García. Madrid, España. Facultad de Ciencias de la Información, 2010, pp738.

4.- Francisco Perales Bazo, La realidad mediatizada: el reality show. Revista Comunicación. N°9 [23 de Junio del 2015], Nº9, Vol.1, año 2011, PP.120-131. URL: http://www.revistacomunicacion.org/pdf/n9/monografico/M09.-La_realidad_mediatizada_el_reality_show.pdf .

5.- García Muñoz, Nuria. Comportamiento y Hábitos de consumo televisivo del niño en el ámbito familiar. Tesis Doctoral. Director de tesis: Prado Picó Emili. Bellaterra, 1996. Pp 46. URL: http://tdx.cat/bitstream/handle/10803/4154/TNGM3de3.pdf?sequence=3

6.- Roncarolo, Carolina. “Análisis de contenido televisivo”. URL:http://oteve-austral.blogspot.com/2011/05/analisis-reality-shows-luciano-elizalde.html

7.- Hinojosa Méndez Wendy, Meza Jiménez Elizabeth, Pérez Ayala Haydee, Vázquez Cruz y Fabiola Erandy y Velasco López Karen. Conocimiento y Sociedad. URL: http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:bP1hzK9cwNMJ:envia.xoc.uam.mx/tid/investigaciones/I/Influencia%2520televisiva.doc+&cd=1&hl=es&ct=clnk&gl=pe

8.- Roca, Lourdes. Por otras opciones de convivencia con la televisiónRevista Electrónica Razón y Palabra.  N° 49. URL: http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n49/lroca.html

9.- Rojas o. Valeria. Revista Chilena Pediatría, 2008; 79 Supl (1), pp 80-85. URL:  http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0370-41062008000700012&script=sci_arttext 

10.- Martínez Rodrigo, Stella. Revista Eticanet. Granada (España) Número 1. Julio de 2003. .

11.- CÁNOVAS LEONHARDT, Paz y SAHUQUILLO MATEO, Piedad (2008). La influencia del medio televisivo en el proceso de socialización de la infancia. En SÁNCHEZ i PERIS, Francesc J. (Coord.) Videojuegos: una herramienta educativa del “homo digitalis” [monográfico en línea]. Revista Electrónica Teoría de la Educación: Educación y Cultura en la Sociedad de la Información. Vol. 9, nº 3. Universidad de Salamanca [Fecha de consulta: 23/06/2015].  

12.- I.E María Auxiliadora. Cuál es el tipo de aceptación que tiene el Reality Show “Esto es guerra” en el comportamiento infantil de las alumnas del 4°, 5°,6° y 1° de Secundaria del colegio María Auxiliadora. Arequipa 2013.
https://prezi.com/-msm7kze6kfs/cual-es-el-tipo-de-aceptacion-que-tiene-el-reality-show-est/

13.- América Academy of Child y Adolescent Psichiatry- Información para la familia, Los niños  la violencia en la Televisión. Edición N°13 (Revisado 4/99).

14.- Radio Panamericana, Dos niños se inyectan petróleo para ser musculosos como participantes de reality. URL: http://www.radiopanamericana.com/noticias/8699/dos-ninos-se-inyectan-petroleo-para-ser-musculosos-como-participantes-de-reality

15.- Lorduy Miranda, Johana Paola. Siéntate a ver TV. Santa Marta, Colombia. 2011. URL: http://www.usergioarboleda.edu.co/encontexto/edicion-2/habitos-television-ninos.pdf

16.- Veliz Lluncor y Oscar Eduardo. Mensaje que transmite el realiy show juvenil "Esto es Guerra" en los Estudiantes de Cuarto Grado de la I.E. Juan Pablo Vizcardo y Guzmán Zea del Distrito de La Victoria - Chiclayo 2013. Revista Paian. Vol.5. N°2. Setiembre- Octubre- 2014. Chiclayo-Perú.